Éste es el Shiva Lingam, el símbolo del principio masculino
Cualquier persona que practica Yoga y meditación (Dhyana) imagino que conoce o, como mínimo, la ha visto porque es una imagen tan básica como el 🕉️ o el símbolo (Yantra) del principio femenino🔻
Pero, antes de ir más allá del símbolo y todo lo que representa (vivir en el cuerpo de un hombre, la sexualidad masculina y la Masculinidad) está el cuerpo
Para mí, ésta es una de las grandezas del Yoga: empezar por el conocimiento del cuerpo, que es nuestra herramienta, para ir más allá de él.
¿Y por dónde comenzamos?
Pues el camino del Yoga propone empezar por la base, por Muladhara chakra que es el centro raíz situado en el perineo y que estimulándolo, a su vez, despierta el segundo centro Svadisthana (vinculado a los órganos sexuales)
Todas las prácticas dedicadas a estimular este espacio (suelo pélvico, genitales, bajo vientre y base de la columna vertebral) promueven el despertar de la Kundalini: esa energía dormida que según la tradición yóguica, todo ser humano dispone y que con la práctica y constancia se va activando, despertando nuestro potencial evolutivo.
Las prácticas que se encuentran en el curso La Raíz, aunque no son las específicas para los hombres, también les son útiles ya que la mayoría de prácticas destinadas a estimular, fortalecer y conectar con el Yoni (vagina) se aplican también a los practicantes masculinos con algunas pequeñas adaptaciones
Objetivos de las prácticas masculinas
Los objetivos principales de las prácticas para la sexualidad masculina son:
~ Aumentar exponencialmente la sensibilidad
~ Fortalecer los músculos erectores
~ Aumentar la potencia sexual para mantener la erección a demanda (erecciones mucho más potentes)
~ Aprender a preservar el esperma
~ Mantenimiento de la salud, el rejuvenecimiento y la virilidad
~ Y, sobretodo, establecer una nueva conexión con el propio cuerpo mucho más intensa y profunda
Preservar las semillas
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