La destreza con la musculatura interna vaginal (conexión, sensibilidad, fuerza, relajación, pulsión y movimiento) es la respuesta femenina más buscada en el entrenamiento de recuperación de nuestro Yoni.
No solo para aumentar nuestra sensibilidad y placer, también porque es a través de nuestro Yoni que establecemos el “lenguaje secreto” dentro del encuentro con el lingam y la energía masculina
Toda mujer puede recuperar la conexión neuro-muscular con su Yoni y aprender a utilizar sus músculos vaginales y pélvicos, dirigiendo, primero de todo, su atención.
Cualquier mujer puede aprender a cerrar el yoni hasta que éste apriete el lingam como una mano, abriendo y cerrando su gusto,
como una "gopi" (que dicen las Yoginis), como la mano que ordeña la vaca.
Este nivel de conciencia corporal que te permite desarrollar esta habilidad y sensibilidad, sólo se adquiere después de un tiempo (normalmente, prolongado) de práctica.
El cuerpo de una Yogini se va desarrollando con la práctica y aunque es un cuerpo fuerte y flexible, no destaca por estas cualidades (que son superadas por atletas, gimnastas, acróbatas,...); sus capacidades extraordinarias son más internas que externas fruto del profundo conocimiento de su propio cuerpo físico y energético y no se perciben tan fácilmente...
Para el Yoga el despertar de la Kundalini, el conocimiento y comprensión profunda de la energía sexual es un aprendizaje fundamental; por esto las prácticas específicas para cada cuerpo (femenino-masculino) en relación a este despertar del "polo especie" (ver el artículo sobre Asvini Mudra) son prácticas básicas.
La vagina está formada por grupos musculares que se pueden entrenar como los demás músculos del cuerpo.
Sahajoli, es una de estas prácticas fundamentales para empezar a conectar con toda la musculatura interna vaginal de forma ya mucho más precisa que con prácticas previas como serían Mula Bandha avanzado, Asvini Mudra o la conexión básica Yoni-lingam.
Aunque parece que Sajhajoli es una práctica muy avanzada, en realidad no lo es; con Sahajoli pasa como con el resto de las Asanas y Pranayamas, con el tiempo, la práctica y dedicación adquirimos un control corporal impresionante.
Después de haber conectado, activado, fortalecido y relajado los músculos de la vagina, (Mula Bandha avanzado y Conexión Yoni-Lingam) ya el siguiente paso es aprender a “manipular el objeto” para adquirir el “control” del Yoni.
Aunque el maestro Van Lysebeth no hace referencia a iniciar la práctica con geometrías como los yoni eggs, por todos los años de práctica, bajo mi punto de vista es mucho mejor empezar con un huevo vaginal perforado antes que con un lingam.
La precisión, conexión y habilidad que adquirimos con el canal vaginal con los yoni eggs, sin duda, avanza el proceso
Iniciar la práctica directamente con el lingam estoy segura que alargaría, y mucho, el tiempo de aprendizaje
Para realmente llegar a “manipular el objeto” el yoni debe llegar a ser fuerte y hábil (como dicen las tantrikas) como una mano de gopi (vaquera) ordeñando.
Para adquirir esta facultad ayuda enormemente empezar con los yoni eggs porque la información es principalmente a través de la sensación. Una vez ya empezamos con el lingam, lo que más nos ayuda es el control visual. Los movimientos del extremo libre del lingam permiten ver el efecto de las contracciones vaginales.
Al comienzo las contracciones rítmicas de la primera práctica (Mula Bandha avanzado) harán mover el falo de adelante hacia atrás y luego, con más ejercicio, podremos moverlo lateralmente.
Por último, el gran arte consiste en hacer girar el falo en el sentido de las agujas de un reloj y luego en sentido inverso. Está claro que no es indispensable llegar a adquirir tanta destreza pero estas habilidades que desarrollan las Yoguinis nos indican hasta dónde pueden llevar las prácticas de ciertas Asanas y Pranayamas.
Toda mujer que les dedique al menos 10 minutos diarios, adquirirá pronto una potencia y un control vaginal inimaginables para muchas personas
Estas prácticas hacen que cualquier mujer, tenga la edad que tenga, pueda recuperar una vagina elástica, musculosa y bien lubrificada.
El motivo principal para practicar con los yoni eggs o con un lingam es por su increíble eficacia. Ya que no solo queremos fortalecer los anillos vaginales; también queremos aprender a relajarlos, a moverlos a voluntad y adquirir potencia.
Y con la introducción de las geometrías necesitamos:
1/ relajación y distensión muscular para introducir el objeto
2/ ofrecerles una resistencia que nos llevará a adquirir esta fuerza y potencia extraordinarias
Las contracciones musculares junto con la concentración mental producen un increíble flujo de sangre y de energías sutiles a los órganos genitales, armonizando el sistema hormonal, para beneficio de todo el organismo.
Con estas prácticas ya estamos en disposición de poder contraer y relajar todo el grupo muscular pero, de momento, más o menos en bloque.
Sahajoli avanzado
Se trata de aislar, contraer y relajar cada músculo de este complejo grupo muscular formado por diferentes anillos internos
Lo más recomendable para aprender estas prácticas es con con una maestra con experiencia ya que si lo hacemos por nuestra cuenta, podemos confundirnos, malinterpretar o saltarnos puntos claves; especialmente dependiendo de cada mujer y sus circunstancias.
Aún así, me parece interesante conocer los procedimientos para hacernos una idea de en qué consisten las prácticas y hasta donde puede llegar nuestro aprendizaje y capacidades.
Los pasos básicos:
1/ El primer paso es aprender a disociar recto y vagina para llegar a contraer sólo esta última.
2/ Contraer y relajar sucesivamente el 1r anillo muscular de la entrada de la vagina y el músculo elevador del ano
Para este segundo paso introducimos el lingam: el anillo vaginal lo aprieta, mientras que el elevador lo lleva hacia adentro.
3/ Las contracciones ondulantes son el resultado de aprender a propagar la contracción, nivel por nivel, de abajo a arriba y de arriba a abajo.
Primero, después de introducir el lingam se empieza a contraer de la vagina al útero segmento por segmento; después se invierte el movimiento relajando tramo a tramo del cuello del útero al exterior.
Se inicia el aprendizaje lentamente, con la respiración y con pequeñas pausas. Con el tiempo y la destreza, el movimiento se propaga como una ola que sube y baja intensamente, armoniosamente.
Este movimiento es la reproducción voluntaria de lo que sucede espontáneamente en el curso de un orgasmo. Imaginaros lo que puede suponer adquirir esta práctica y este conocimiento en nuestra vida sexual y nuestra conexión con el gozo y el placer (y sin, ni si quiera, tocarnos...)
Así es nuestro cuerpo... Un cuerpo diseñado para el placer
Y nunca, nunca es demasiado tarde para aprender...
Las prácticas más básicas de iniciación (como Mula Bandha avanzado o Sahajoli simple) las enseño en el curso LA RAÍZ o el CICLO ANUAL FEMENINO (Manantial).
Las prácticas más avanzadas las comparto en la FORMACIÓN ESPECIALIZADA EN EL CUERPO FEMENINO (Sema)
*Existe una práctica similar para el cuerpo masculino, salvando las diferencias físicas; esta práctica es Vajroli Mudra
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